miércoles, 1 de mayo de 2013

Viaje a Bilbao y San Sebastián

VIAJE

Se acerca el final de un primer curso de Universidad lleno de nuevas experiencias, y por eso no podía faltar un viaje con los compañeros de Arquitectura. Pero no es un viaje más en nuestra vida, sino el comienzo de este tipo de viajes en los que predominarán los sentimientos producidos por los espacios que nos rodearán, una mirada crítica a las ciudades y, por supuesto, con un gran amigo que a partir de ahora no se separará de nosostros: el cuaderno/diario de viaje. En él se recogeran las historias vividas y las imágenes captadas, no sólo por una cámara de fotos, sino también por nuestros ojos, nuestra percepción de los lugares, tal y como se nos presentan a cada uno.

En definitiva, consiste en dejarse influir para luego poder realizar una crítica mejor. Al igual que en las personas, no se las puede simplemente críticar por su forma de actuar, hay que conocer su situación para después poder dar tu opinión. 

Lo esencial es darse cuenta de lo que sentimos y por qué.

"Experimentar es, en definitiva, hacer consciente lo inconsciente"
Por eso os dejo parte de mis experiencias aquí, en un pequeño relato de las emociones vividas estos días.

26 abril-Bilbao, Guggenheim

En su exterior el Guggenheim aparece como un gran volumen de superficies curvas, que nos invita a dar un rodeo y conocerlo en su totalidad. Sus formas causan interés y desconcierto a la vez. 




La manera en la que impacta en la ciudad es considerable, teniendo en cuenta que está rodeado por casa convencionales.  También le otorga algo de personalidad la ria que pasa por uno de sus laterales separando al edificio de una parte de la ciudad, y un gran puente que une ambas zonas. 
El entorno es variado pero enriquecedor, ya que transmite tranquilidad mostrando un ambiente agradable, listo para recorrer todas esas calles y plazas que se alzan ante nosotros.



Como he mencionado antes, mientras que el edificio incita a conocerlo en su exterior buscando zonas por las que introducirse en ese espacio, las puertas de éste mismo producen algo de rechazo. Simplemente son grandes aperturas que, en mi opinión, rompen la armonía del edificio.




En su interior se siguen mostrando formas curvas, al igual que en exterior, por lo que sigue una cierta continuidad, aunque también es cierto que desde el interior era prácticamente imposible relacionar con qué parte del exterior se correspondía. 



Las sensaciones experimentadas son de lugares que acogen al espectador, guiándonos por el propio edificio, sin necesidad de carteles ilustrativos. Las rampas, escaleras o ascensores a la vista eran la clave para organizarse en un lugar de caos. 
Uno de los puntos más importantes dentro del Guggenheim es la iluminación natural que invade todos los rincones posibles creando fuertes contrastes y espacios que atraen la atención de los espectadores. 
La escala es inmensa, dejando al visitante libre, pero sintiéndose diminuto ante tal grandeza.



Todo ello nos mueve a dejarnos llevar por las formas, ensoñar, abstraerse del exterior y comenzar a imaginar.


27 abril-San Sebastián, Kursaal

El edificio del Kursaal se muestra ante nosotros como dos cubos de grandes dimensiones, situándose en uno de los extremos de San Sebastián. Se integra, en cierto modo, en el tejido urbano de la ciudad, destacando por su volumetría.
Las sensaciones que originan son de cerramiento, como un elemento sellado que no permite comunicación con el exterior. Lo que más destaca son sus esquinas perfectamente encajadas y a la vista.
La entrada al propio edificio está algo rebuscada y puede pasar incluso desapercibida tratando de no romper esa continuidad.





En el interior, encontramos un espacio completamente distinto al del exterior, sin poder imaginárnoslo si quiera. En ciertas zonas me siento acogida porlas amplias paredes y largos pasillos iluminados con una luz natural, pero en otras, como en algunas salas, me producen cierto rechazo.
La circulación por el edificio es sencilla aunque para saber a qué tipo de sala accedes es necesario conocerse las disposiciones de éstas. Las escaleras están a la vista permitiendo una mayor comunicación y entendiendo de mejor manera el edificio.







La iluminación también es uno de los puntos claves ya que gracias a ella se crean espacios y ambientes envolventes, tanto con la luz natural como con la artificial, muy bien lograda. 
La escala vuelve a ser de grandes dimensiones dejando al espectador fluir libremente por los espacios sin sentirse recluido.



Los materiales empleados son variados y de gran importancia ya que ayudan a que la luz se refleje y a la amplificación del sonido sin necesidad de altavoces, principalmente se emplean distintos tipos de madera.
Todo ello permite seguir imaginando lugares especiales y con características similares donde la luz y los materiales cobran importancia.

San Sebastián





















Peine de los vientos





Museo Oteiza

Lo que caracteriza a este edificio son los grandes huecos abiertos para permitir la entrada de luz e iluminar las esculturas de Oteiza. En las paredes interiores también hay huecos que permiten una visualización continua de los espacios.




En sí el edificio es pequeño, con una escala menor comparado con los visitados anteriormente, pero el recorrido es sencillo con las circulaciones como rampas o escaleras a la vista. El ambiente es acogedor y nos podemos orientar con facilidad.





No hay comentarios:

Publicar un comentario